Pilates en suspensión: una combinación desafiante y muy completa

Hoy quiero hablaros de una propuesta que practico personalmente y que me encanta: el Pilates en suspensión.

Los sistemas de entrenamiento en suspensión, como el TRX, ofrecen una enorme variedad de posibilidades. Cuando los combinamos con el método Pilates, el resultado es un trabajo más completo, creativo y desafiante.
Si queréis darle un toque diferente a vuestra rutina y aumentar la intensidad de vuestro entrenamiento, el Pilates en suspensión os va a sorprender.


                                       ¿Por qué combinar Pilates y suspensión?

Como sabéis, el Pilates es un método muy exigente y preciso, que se basa en el control del cuerpo y en el trabajo desde el core o Powerhouse.
Estos principios también están presentes en el entrenamiento en suspensión, así que la unión de ambas disciplinas se convierte en una combinación natural, coherente y muy efectiva.


                                                           Mi experiencia

Cuando empecé a practicarlo, me picaba la curiosidad por saber cómo sería en comparación con el Pilates tradicional. Pronto descubrí que la suspensión añade un punto extra de intensidad y concentración.

El hecho de tener uno o varios apoyos del cuerpo suspendidos aumenta la dificultad de los ejercicios y hace que el core trabaje a pleno rendimiento.
La regla es clara: cuantos menos apoyos, mayor desafío. Esto obliga a nuestro cuerpo a estabilizarse y a activar esos músculos profundos que muchas veces no sentimos tanto en ejercicios más estáticos.

Por ejemplo, en el shoulder bridge tradicional ambos pies se apoyan en el suelo. Si lo hacemos con un pie suspendido, aparece una inestabilidad que nos exige activar aún más el core y mejorar la fuerza y el control de todo el cuerpo.

Pero no todo es más difícil: el TRX también puede ser un gran aliado. En algunos movimientos sirve de apoyo, ayudando a mantener la alineación y la técnica, algo ideal para quienes necesitan un punto extra de estabilidad o están empezando a familiarizarse con la suspensión.


                                       Beneficios del Pilates en suspensión

  • Trabajo profundo del core: la inestabilidad hace que el abdomen y la zona lumbar estén activos de principio a fin.

  • Mejora del equilibrio y la coordinación: cada movimiento requiere control, precisión y mucha atención.

  • Fortalecimiento global: todo el cuerpo participa para sostener y estabilizar las posturas.

  • Respiración más consciente: el enfoque y la concentración hacen que la respiración acompañe el movimiento de forma más natural.

  • Variedad y motivación: esta combinación permite crear ejercicios nuevos y diferentes, evitando la rutina y manteniendo el interés.


                                    La importancia de la respiración y la concentración

El Pilates en suspensión no solo desafía al cuerpo, también a la mente.
La respiración, la concentración y el control son esenciales para mantener una ejecución correcta y segura.

Los cinco principios del método —concentración, control, precisión, respiración y fluidez— se potencian con la inestabilidad del TRX, haciendo que cada ejercicio sea más consciente y efectivo.


                                                            Mi recomendación

Si ya practicáis Pilates y domináis sus bases, os animo a probar el Pilates en suspensión.
Es una forma divertida y diferente de seguir desafiando al cuerpo, desarrollando fuerza, estabilidad y equilibrio.

Eso sí, es fundamental, como siempre, tener nociones previas de Pilates antes de lanzarse a esta modalidad.
De esa manera podréis controlar la alineación, activar correctamente el core y disfrutar del entrenamiento con seguridad y eficacia.


En resumen

El Pilates en suspensión es un entrenamiento creativo, dinámico y muy completo, ideal para quienes buscan nuevos retos sin perder la esencia del método.
Una forma diferente de seguir explorando el movimiento y descubrir hasta dónde puede llegar tu cuerpo.