El error más común al empezar Pilates (y cómo lo corregimos en NOS Studio Pilates)
Cuando alguien empieza Pilates suele tener una idea equivocada:
creer que “cuanto más grande y más rápido me muevo, mejor”.
Y justo ahí empieza el problema.
En Pilates, ir rápido no significa avanzar. De hecho, es la forma más fácil de perder control, compensar con músculos que no tocan y acabar pensando que “esto no es para mí”.
¿Por qué pasa esto?
Porque venimos de una cultura del ejercicio donde parece que si no sudas muchísimo, no vale.
Pero Pilates es otra cosa: es precisión, conciencia, respiración y orden.
Sin eso, los ejercicios pierden su magia (y su efecto).
¿Qué hacemos en NOS Studio Pilates para corregirlo?
1. Bajamos revoluciones
Primero, enseñamos a moverse más lento y más consciente.
Ese “freno” inicial hace que tu cuerpo descubra de verdad qué músculos deben trabajar.
2. Recolocamos la postura antes de cada movimiento
No es “hazlo así porque sí”; es:
- ¿Dónde está tu pelvis?
- ¿Qué hace tu caja torácica?
- ¿Estás respirando bien?
Todo cambia cuando el cuerpo está alineado.
3. Activamos la musculatura correcta
Ayudamos a que sientas el trabajo donde toca, no donde estás acostumbrad@ a compensar.
A veces, solo un pequeño ajuste hace que un ejercicio pase de “no siento nada” a “¡ah, ahora sí!”.
4. Construimos fuerza desde dentro
Cada sesión sigue un orden pensado para ti:
primero estabilidad, luego control, después reto.
Esto evita frustraciones y acelera resultados… de verdad.
El cambio se nota rápido
Cuando corriges este error, llega ese momento mágico:
tu cuerpo se siente más ligero, más organizado y más fuerte.
Es cuando descubres que Pilates no es cuestión de velocidad, sino de calidad.
En resumen
El mayor error al empezar Pilates es querer hacerlo todo grande, rápido y sin control.
En NOS Studio Pilates te enseñamos justo lo contrario:
a moverte mejor, con técnica, con intención… y con un cuerpo que te responde.
Porque cuando el movimiento está bien hecho, el progreso llega solo.

